domingo, 27 de marzo de 2011

Gaviotas


Eugenio López Berrón (1941- )


Carniceros del aire y la lluvia,
proyectando en la tierra sus sombras,
harto ya de mirar a los cuervos,
quiero ver en el mar las gaviotas.
Las que marcan el rumbo a las naves,
las que tienen pechugas de monjas,
las que tienen las alas de arcángeles,
las que tienen los ojos de novia.
Las que tienen ternuras de madres,
las que son como hermanas piadosas;
las que tienen blancuras de nieve,
comprensivas, pausadas y armónicas.
Vuelo lento y al son de las velas,
las que ponen la gracia en las proas,
las que llevan la paz en las alas
y recuerdan las cunas remotas.
Sin las rudas miradas del cuervo,
magistrados de fúnebres togas,
sin los ojos ariscos del monte,
sin el odio que ruge en la costa;
desplegadas las velas rizadas
y rizada la espuma en las olas,
¡harto ya de mirar a los cuervos,
quiero ver en el mar las gaviotas!


Alfonso Camín (1890-1982)

domingo, 20 de marzo de 2011

A León


Francisco Javier Parcerisa y Boada (1802-1876)


¡Oh León, bella ciudad!
reino de reyes y nobles
de encumbrada gallardía
como demostró Guzmán
con su valor y osadía.

¡Oh León, bella ciudad!
con sus fachadas inmortales
con hombres que fueron hombres
con hermosos ideales.

¡Oh León, bella ciudad!
con sus campos y jardines
destilando los perfumes
de azucenas y jazmines.

¡Oh León, bella ciudad!
con sus finos monumentos
que delatan elegancia
del estilo plateresco.

¡Oh León, bella ciudad!
todo en ti respira esencia
con su gran magnificencia
de escultura señorial.

¡Oh León, bella ciudad!
los que lejos de ti estamos
con tristeza te añoramos
y deseando anhelamos
la hora de regresar.


Antonio Maroto Ramos (1929- )



Nota: Dice D. Antonio que nacieron estos versos en la soledad de un cuarto de huéspedes, allá por los años 40, lejos de su León de la infancia y primera juventud. De esa afición por la escritura, la métrica regular y la rima surgió el poema. Un homenaje sencillo y emotivo a la ciudad de León, apegada a sus recuerdos.

domingo, 13 de marzo de 2011

Soledad


Gwen John (1876-1939)


Todos van, todos saben...
sólo yo no sé nada.

Sólo yo me he quedado
abstraída y lejana,
soñando realidades,
recogiendo distancias.

Cada pájaro sabe
qué sombra da su rama,
cada huella conoce
el pie que la señala.

No hay sendero sin pasos
ni jazmines sin tapia...
¡Sólo yo me he quedado
en la brisa enredada!

Sólo yo me he perdido
en un vuelo sin alas
por poblar soledades
que en el cielo lloraban.

Sólo yo no alcancé
lo que todos alcanzan
por mecer un lucero
a quien nadie besaba.


Ernestina de Champourcín (1905-1999)

domingo, 6 de marzo de 2011

Hagamos un trato


Briton Rivière (1840-1920)


Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo.
Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que delirio
a pesar de esa veta
de amor desconocido
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense que es flojera
igual puede contar
conmigo.
Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.


Mario Benedetti (1920-2009)