Albert Bierstadt (1830-1902)
Sobre la cresta de una ola
una gaviota nos dijo:
"No se fíen de los amores
si no sois correspondidos.
Porque cuando llega la hora
de cumplir lo prometido:
¡Ahí quedas, amor sin nombre...,
por otro amor me despido!
Llega la desilusión,
las penas y desvarío;
las soledades malditas,
los lloros y los suspiros.
El desengaño que mata;
los años que se han perdido;
los ojos envuelto en llanto y...
¡Perturbados los sentidos!
Pasan las horas y días,
los meses y muchos años,
y el corazón roto queda...
¡Por culpa de un desengaño!"
9 comentarios:
Como ya la conocía,
a la orilla me acerqué
y por fiarme demasiado
bien que me chipié.(*)
(*)Palabra aragonesa en vías de extinción que significa mojarse en exceso.
Muy buena, como siempre, la unión entre pintura y poema.
Los desengaños amorosos golpean como las olas en las rocas. Abrazos
Unjubilado - :-)¿Es la letra de alguna jota?
Senior Citizen - Procuro que sean buena pareja de viaje.
Ligia - O mas, dejan heridas difíciles de sanar.
Una ola de las más dañinas. Dañinas para el alma.
Besos
No es ninguna jota, se me ha ocurrido esta mañana, ya que como había estado en este blog, antes de comentarte en el de Naturaleza, sobre la marcha me ha salido esta cosa, que no se que tipo de verso he formado.
En el amor es preferible la calma a la ola salvaje.
:) Besitos
El mar que se lleva todo, inclusive algunos amore. Abrazos.
TriniReina – Si, hay olas que son perores que las del mar.
Unjubilado – :-) Pues mira por donde ese puede ser un principio para entrar en el mundo poético.
Oréadas – Yo pienso lo mismo pero supongo que hay gente para todos los gustos.
Fgiucich – El mar va y viene, a veces lleva y otras trae.
Publicar un comentario