viernes, 23 de marzo de 2007

Espera

Carl Vilhelm Holsoe (1863-1935)

Te esperé con la sangre detenida
sobre el silencio en ascuas de tu ausencia.
Te esperé soportando la existencia
como un lebrel al pie de tu partida.

Te esperé casi al borde de la herida
y a dos pasos no más de la demencia.
Te esperé en la angustiosa transparencia
de aquella noche en el reloj vencida.

Pero que inútil la mortal espera:
Sin pensarlo cité la primavera
cuando el invierno helaba mis rosales.

Y hoy que casi olvidaba tu presencia,
me estoy enamorando de tu ausencia
a través de mis propios madrigales.

Jorge Robledo Ortiz (1917-1990)

La madre triste

Virginie Demont Breton (1859-1935)


Duerme, duerme, dueño mío,
sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.

Duerme, duerme y en la noche
seas tú menos rumor
que la hoja de la hierba,
que la seda del vellón.

Duerma en ti la carne mía,
mi zozobra, mi temblor.
En ti ciérrense mis ojos:
¡duerma en ti mi corazón!.

Gabriela Mistral (1889-1957)

lunes, 19 de marzo de 2007

La buenaventura

Caravaggio - Michelangelo Merisi (1571-1610)

Ojalá tengas suerte –me dijo-
y te avise el cuerpo
antes de ser aleatoria presencia cabizbaja
buscando palabras en un vertedero.

Ojalá no sientas lo cercano a la vergüenza
tentándote en los bolsillos un horizonte vacío
o la carga indefinible del hartazgo,
ojalá.

No sabría explicarlo,
no soy poeta
pero… ojalá tengas suerte, sumando renuncias
sin que te traiciona la memoria de lo vivo
y de las horas que asustan.

Ojalá, en cada desaliento
no se te escapen todos los años juntos.
y si así fuera,
ojalá nunca… nunca pierdas,

la VIDA