domingo, 4 de noviembre de 2012

Cierre


Robert Abbett (1926- )


Este blog se cierra definitivamente.

Lo que no se debe de cerrar es vuestro contacto con la pintura y la poesía que son dos expresiones del arte, bellas y gratificantes.

Un abrazo

Algaire

domingo, 28 de octubre de 2012

Nave


Geoffrey William Hunt (1948- )


¡Ah, que horrible aburrimiento
vivir siempre en un lugar,
levantarse y escuchar
las campanas del convento!
Prefiero la mar y el viento,
seguir el rumbo del ave;
ni polilla en arquitrabe,
ni muralla con la hiedra;
como otros para ser piedra,
yo nací para ser nave.

Alfonso camín  (1890-1982)

domingo, 21 de octubre de 2012

Poema breve 2626


Andrés Camilo Arenas


Sola en el duro banco de la plaza,
y tal vez desolada, te rodean
docenas de palomas que zurean
en la tarde otoñal. Cada una traza

su propia línea, círculo, revuelo,
que no ves, abstraída
en ese maremágnum de la vida, 
por donde vaga el alma en desconsuelo.

Dentro de ti llevas el mundo, y nada
cautiva tu mirada.



domingo, 7 de octubre de 2012

Mi rosa de ensueño


Igor Levashov (1964- )


¿En qué jardín te criaste
rosa de hojas de oro,
tus pétalos, un tesoro,
tu tallo puro diamante?
¿Dónde está ese jardín
con rosas tan olorosas
y libres cuán mariposas
con ese olor a jazmín?
¡Dímelo, quiero saberlo!
¿Acaso no puedo entrar
para poderte besar
y volar juntos al cielo?
Ese jardín debe estar
por un camino tan bello
que no se ve desde el suelo,
sólo se ve al soñar.


domingo, 23 de septiembre de 2012

Hombre solo


Juan Nicieza Lavilla (1977- )

Que tiene que decir un hombre solo
cuyo silencio está lleno de olvido,
cuya memoria está seca de espigas
y del camino sólo tiene sombras.
Que tiene que decir, si todo falta,
si ha visto repetir la misma tarde
en incontables lentas golondrinas
que viajan de la luz al horizonte
hasta volverse luto en el reloj
que inicia su lenguaje solitario.
Transita de la noche a la costumbre,
disuelve en las palabras la nostalgia
para volverse pan o desconsuelo
de aquellos que lo observan en lo ausente.
Qué tiene que decir un hombre solo
si ha vuelto a revivir cada mañana
el débil silabario del otoño
volviéndose poema o laberinto
o un dulce espantapájaros que vuela
mirando como el sol también se marcha.


Benjamín León (1974- )

domingo, 9 de septiembre de 2012

Granada, por Rusiñol


Santiago Rusiñol (1861-1931)


Granada, lucejones…Las bermejas
torres de Alhambra. Y, en el cielo, duras
nubes de ágata cárdena. (Figuras 
de leones, serpientes y cornejas.)

Y el agua sola, palpitante, el agua
corazón, rompe la silente angustia
con su romance. En un calor de fragua,
el crepúsculo trágico se mustia.

Melancolía…¡No! Desesperanza,
reproche de lujuria indefinible…
Y, a pesar de canciones, en tu espejo

está, Maestro, toda la añoranza
granadí, toda la verdad terrible,
¡todo el dolor de aquel resol bermejo!


Manuel Machado (1874-1947)

domingo, 26 de agosto de 2012

Poema breve 2696


Fabián Pérez (1967- )

   
Baila conmigo, pero no a distancia.
Muévete, sin salir del azulejo.
Róceme el festival de tu elegancia.
Captúrame al momento si me alejo.

Intercala tu muslo entre los míos
cuando la orquesta nos convoque al tango, 
y susciten vaivén y escalofríos
tacto de fresas y sabor a mango.



domingo, 12 de agosto de 2012

Desmedidamente


Moti Lorber


Días de verano
aprieta el calor
los trigales
están
desmedidamente
áureos
a mí
qué me importa
si yo estoy
desmedidamente
lleno
de tristeza.


domingo, 29 de julio de 2012

Bella


Mitra Shadfar (1968- )



Tan bella tú,
mujer de luz y horizontes fluidos,
de pensamiento profundo y ancho sentimiento,
tan bella tú,
tan bella a mis ojos,
que tu mirada turba incansable
aquellas palabras que ansío decir,
y apenas mis labios las pronuncian
se sonroja mi alma de un pudor como de niño,
leve la voz, gachos los ojos, temblorosas las manos.

Tan bella tú,
me acoges en esos ojos
que reflejan lunas y estrellas,
mares y arenas, desiertos y selvas,
y tímido, dejo acariciar mi nombre
por tus manos,
mis sueños por tu aroma,
mi anhelo por el roce de tu pelo.

Tan bella tú,
tan hermosa en tu silencio, ondulada suavidad
de sombras y misterio,
tan bella… que el dolor se vuelve cariño
y el llanto ternura,
el beso es aire de vida en tu boca,
y el calor de tu pecho es un recuerdo,
es música lejana en el tiempo,
es un lento revivir el amor de nuevo.

Tan bella tú…
tan hermosa en tu silencio,
caracola dormida,
que te miro y sueño con ser tu corazón dolido,
tu lágrima guardada,
tu cicatriz en el alma,
…y ser yo quien sufra tu gran dolor cautivo.


domingo, 15 de julio de 2012

Cantarcillo


Tina Bone

Ruiseñor, que volando vas,
cantando finezas, cantando favores,
¡oh, cuánta pena y envidia me das!
Pero no, que si hoy cantas amores,
tú tendrás celos y tú llorarás.

¡Que alegre y desvanecido
cantas, dulce ruiseñor,
las venturas de tu amor
olvidado de tu olvido!

En ti, de ti entretenido
al ver cuán ufano estás,
¡oh, cuánta envidia me das
publicando tus favores!
Pero no, que si hoy cantas amores,
tú tendrás celos y tú llorarás.

Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)

domingo, 8 de julio de 2012

Alzheimer


David Jon Kassan (1977- )


Desposeído estoy de cada herencia
que me legaron siglos de cultura,
desde mi internamiento en la angostura
desembocando en tal insuficiencia. 

Nunca lo vi llegar, glacial ausencia 
prolongándose en mí, gris tachadura
de rasgos y perfiles, apertura
a cámara de sombras, decadencia. 

Al gran vacío aislándome la mente,
penetró cada nombre procedente
de mi entorno andariego y familiar. 

Isla desierta soy, sin plan ni historia,
un agujero negro en la memoria,
un ritmo de sonámbulo al andar.






domingo, 1 de julio de 2012

Rincones


Tomi Caballero

Una tarde de agosto
deja caer su calma sobre el patio.
Nada rompe el silencio.
El blanco cal hace brotar la luz
de entre los gruesos muros;
los enseres descansan,
la quietud permanece,
y un hondo Miserere
va asomando su voz
a través de los tiestos
de alábega y jacintos.

Dionisia García (1929- )

domingo, 24 de junio de 2012

La ola


Albert Bierstadt (1830-1902)

Sobre la cresta de una ola
una gaviota nos dijo:
"No se fíen de los amores
si no sois correspondidos.

Porque cuando llega la hora
de cumplir lo prometido:
¡Ahí quedas, amor sin nombre...,
por otro amor me despido!

Llega la desilusión,
las penas y desvarío;
las soledades malditas,
los lloros y los suspiros.

El desengaño que mata;
los años que se han perdido;
los ojos envuelto en llanto y...
¡Perturbados los sentidos!

Pasan las horas y días,
los meses y muchos años,
y el corazón roto queda...
¡Por culpa de un desengaño!"

domingo, 17 de junio de 2012

No es la rosa…


Igor Levashov (1964- )

No es la rosa serena porque alzada
sobre su grácil tallo luzca espinas,
ni porque en su corola la alborada
deje lágrimas de oro matutinas.

No es por esa fragancia que en el viento
derrama lo fugaz de su textura,
ni por su perfección, que es el intento
de aunar fragilidad con hermosura.

Ni tampoco lo es por la armonía
de la bella paleta de colores
con que pintan los dioses su fachada.

Es serena la rosa porque envía
a los ojos humanos con temores
un mensaje de calma sublimada.

domingo, 10 de junio de 2012

Ruta


Antonio Mingote (1919-2012)

Pecho heroico y alma pura,
alto, generoso y magro,
vivió siempre de milagro
sobre su cabalgadura.
Hizo eterna la aventura
sin unirse a extraños roles;
hizo de las nieblas soles,
cien gigantes de un molino,
y hoy seguimos su camino
los biznietos españoles.

Alfonso Camín (1890-1982)

domingo, 3 de junio de 2012

Yo soy tu dios


Victor Dubreuil (1846-1946)


Yo soy tu dios, tu rey, el consejero
que dicta hasta el color de tu bandera,
quien eleva tu sueño a la quimera,
el que marca en la vida tu sendero.

Soy el sol que te ciega, el placentero
espejismo virtual que el seso altera,
quien te niega ese pan que ayer te diera,
el que desnuda tu alma por entero.

Soy el precio a ganar, soy la primera
razón que hace el poder tan lisonjero
y deja la miseria en dura espera.

Soy la meta a lograr, fe verdadera,
y puedo ser de amor sepulturero
si me cambias a mí por quien te quiera.

Soy entre el Bien y el Mal, sutil frontera
de Gloria o Perdición, soy…el Dinero.

domingo, 27 de mayo de 2012

Alma y paisaje


Joseph Wright (1734-1797)

Debajo de los árboles, ninguna
pena que inquiete el pensamiento mío.
Encima de los árboles, la luna;
debajo de los árboles, el río.

Abro mi corazón… Leo y confío
en la gloria, en el bien, en la fortuna.
Habla de amor, al discurrir, el río;
habla de amor, al esplender, la luna.

Quietud y soledad… Nada importuna
la comunión del pensamiento mío
con el bien y la gloria y la fortuna…

Bajo el ramaje trémulo y sombrío
sueña un hilo de oro de la luna
sobre el silencio diáfano del río.

Andrés Mata (1870-1931)

domingo, 20 de mayo de 2012

Copo de nieve


Juan Varilla (1960- )


Colombina llora,
Colombina ríe,
Colombina quiere
morir, y no sabe
por qué…

Pierrot, todo blanco,
de hinojos la implora,
la besa y le pide
perdón, y no sabe
de qué…

La luna sonríe,
la señora Luna…
Y nadie ha sabido,
ni sabrá, ni sabe
por qué…


Manuel Machado (1874-1947)

domingo, 13 de mayo de 2012

Si esta mujer


Walter Langley (1852-1922)


Si esta mujer que hoy llora percibiera
el temblor de mi luz en su ventana,
si viera mi alma, frágil porcelana,
que un soplo de aire, un pétalo rompiera;

si esta mujer, lejana compañera,
no fuera tan lejana, tan lejana,
si consiguiera ver cada mañana,
al despertar, mis ojos…, si pudiera…

Tal vez la sombra que su rostro acuna
se tornaría en claridad de luna,
o en caricia de sol primaveral.

Y su nueva sonrisa tal vez fuera
mágica mano que reconstruyera
mi fragmentada copa de cristal.


domingo, 6 de mayo de 2012

Tacita de café


Diana Moses Botkin


La taza era una súplica de arcilla
que no alcanzó a ser ánfora. Sedoso
hila el humo y retuerce, silencioso,
su línea de calor. De orilla a orilla

el amargo sabor del café brilla
sobre el oscuro espejo tembloroso.
Yace al fondo el estímulo, en reposo,
que se alzará en vigor de banderilla.

Esa fuerza motriz vibra, acelera,
y potencia la acción de la galera 
que navega los mares de la mente. 

Despierta a cada inmóvil galeote
cautivo en el cerebro, y saca a flote
los temas sin pudor del subconsciente.

domingo, 22 de abril de 2012

Gaviotas


Esteban Arriaga (1922-2009)


Yo no se donde tienen las gaviotas su nido,
donde encuentran la paz.
Igual que ellas soy yo,
siempre en perpetuo vuelo.
Me rozo por la vida
como ellas por el agua al coger su alimento.
Y quizás como ellas yo amo la quietud,
la gran calma marina,
pero estoy condenado a vivir siempre
cruzando la borrasca y la tormenta.

Vicenzo Cardarelli (1887-1959)

domingo, 15 de abril de 2012

Genio y figura…


Bernardo Strozzi (1581-1644)


Érase una mujer tan narcisista,
que andaba enamorada del reflejo
que de su propia imagen el espejo
le devolvía siempre ante la vista.

Vestíase a la moda consumista
sin miedo al que dirán, sin más complejo
que el olvidarse su perfume añejo
los días que salía de conquista.

Ligaba más bien poco, pero a veces
una simple mirada conseguía
dejar todos sus goces satisfechos.

Y aquello alimentaba estupideces
de eterna juventud, porque tenía
la dama los noventa recién hechos.


domingo, 8 de abril de 2012

El lirio


Marianne Broome


A la rosa
modesta le salió una espina
y al cordero
humilde un cuerno insolente;
mientras, el lirio blanco en su amor gozaba
con su belleza blanca sin espinas ni manchas.


William Blake (1757-1827)

domingo, 1 de abril de 2012

Al Cristo del Calvario


Francisco de Zurbarán (1598-1664)


En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y sólo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.

Gabriela Mistral (1889-1957)

domingo, 25 de marzo de 2012

La lluvia


Gregory Thielker (1979- )


Bruscamente la tarde se ha aclarado
porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
el tiempo en que la suerte venturosa
le reveló una flor llamada rosa
y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra en cierto

patio que ya no existe. La mojada
tarde me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.


Jorge Luis Borges (1899-1986)

domingo, 18 de marzo de 2012

Tarde de domingo


Diego Estébanez


Hoy tarde de domingo silenciosa
estoy sentada aquí de cara al cielo,
con la vida fluyéndome despacio
y tu ausencia en las manos hecha verso.

Las gentes se han marchado. Sí, las gentes
con trajes de domingo, con sonrisas
de domingo también y en la ventana
de esta calle sin luz yo sola quedo.

Te me vienes al alma en esta espera
consciente acaso de tu largo vuelo,
te derramas por dentro de mi sangre
aflorando a mis labios como un beso.

Estoy sola esta tarde de domingo
cuando todos se han ido, miro al cielo
y a mi sedienta soledad te traigo
inmaterial, inconfundible, eterno.

domingo, 11 de marzo de 2012

Peter Pan


Estudios Disney


Querido Peter Pan, por quien yo diera
hasta la última gota de mis venas,
buscando por ti el sol, las azucenas
plantadas en jardín de primavera.

Querido Peter Pan, si yo pudiera
te apartaría siempre de las penas,
haciéndote feliz, sin mas condenas,
sin encontrar el dardo que te hiera.

Pero soy Campanilla, que te adora,
una débil figura, una ficción,
un cuento no real que a nadie implora.

El fantasma de un sueño de ilusión
que sabe del llorar, pues también llora
al sonar imposible su canción.


Sofía Martínez Avellaneda

domingo, 4 de marzo de 2012

Visitación


Arnold Böcklin (1824-1901)


-Soy la Muerte – me dijo. No sabía
que tan estrechamente me cercara,
al punto de volcarme por la cara
su turbadora vaharada fría.

Ya no intento eludir su compañía:
mis pasos sigue, transparente y clara,
y desde entonces no me desampara
ni me deja de noche ni de día.

-¡Y pensar- confesé- que de mil modos
quise disimularle con apodos,
entre miedos y errores confundida!

“Más tienes de caricia que de pena.”
Eras alivio y te llamé cadena.
Eras la muerte y te llamé la vida.


Alfonso Reyes (1889-1959)

domingo, 26 de febrero de 2012

El caballero de la mano en el pecho


Doménikos Theotokópoulos, El Greco (1541-1614)


Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no mas la empuñadura
de su admirable estoque toledano.

Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior iluminada
de un macilento y religioso cirio.

Aunque sólo de Dios temores sabe,
porque el vitando hervor no le apasione,
del mundo placer perecedero,

en un gesto piadoso y noble y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.


Manuel Machado (1874-1942)

domingo, 19 de febrero de 2012

La rosa enferma


Capton (1961- )


¡Está enferma la rosa!
El gusano invisible
que en la noche vuela,
al aullar la tormenta

a tu lecho llega
de alegría escarlata;
y su oscuro amor secreto
tu vida avasalla.


William Blake (1757-1827)

domingo, 12 de febrero de 2012

Creer en la espiga


Thomas Hart Benton (1889-1975)


Creer en la espiga es fácil
pero mi fe va más honda.

Creo en la buena simiente
y la raíz que perfora
capa tras capa la tierra.

Creo en la piedra redonda
con las aristas gastadas
yaciendo sola en la sombra.

Creo en la gota de agua,
en los pétalos marchitos,
en lo que sangra y no llora.

En los que mueren en pie,
en los que dan y no imploran.

Concha Lagos (1907-2007)

domingo, 5 de febrero de 2012

Horas alegres que pasáis volando


Robles Muñoz


Horas alegres que pasáis volando
porque a vueltas del bien mayor mal sienta;
sabrosa noche que en tan dulce afrenta
el triste despedir me vas mostrando;

importuno reloj, que apresurando
tu curso, mi dolor me representa;
estrellas con quien nunca tuve cuenta,
que mi partida vais acelerando;

gallo que mi pesar has denunciado;
lucero que mi luz va obscureciendo;
y tú, mal sosegada y moza aurora;

si en vos cabe dolor de mi cuidado,
id poco a poco el paso deteniendo,
si no puede ser mas, siquiera una hora.


Gutierre de Cetina (1510-1554)

domingo, 29 de enero de 2012

Eso que llaman amor


Pierre Leduc (1957- )


Te veo llegar y se ilumina el cielo,
se cubren las aceras de palomas,
una brisa del sur levanta el vuelo
y abraza mi cintura cuando andas.

Cuando ríes se ensancha el horizonte,
cuando te mueves se conmueve el suelo,
y brota un río, y corre, y se desborda,
y el agua se despeña por mi espalda.

Que nadie diga que el mundo estaba hecho.
El mundo amaneció porque tú estabas.

domingo, 22 de enero de 2012

Otoño




En el parque, yo solo…
Han cerrado,
y olvidado
en el parque viejo, solo
me han dejado.

La hoja seca,
vagamente
indolente,
roza el suelo…
Nada se,
nada quiero,
nada espero.
Nada…

Solo
en el parque me han dejado
olvidado,
…y han cerrado.

Manuel Machado (1874-1947)

domingo, 8 de enero de 2012

Cuartetos escritos en un cementerio


Arantzazu Martínez (1977- )


He aquí el asilo de la eterna calma,
do sólo el sauce desmayado crece…
¡Dejadme aquí: que fatigada el alma,
el aura de las tumbas apetece!

Los que aspiráis las flores de la vida,
llenas de aromas de placer y gloria,
no piséis el lugar do convertida
veréis su pompa en miserable escoria:

mas venid todos los que el ceño airado
del destino mirasteis en la cuna;
los que sentís el corazón llagado
y no esperáis consolación alguna.

¡Venid también, espíritus ardientes,
que en ese mundo os agitáis sin tino,
y cuya inmensa sed sus turbias fuentes
calmar no pueden con raudal mezquino!

Los que el cansancio conocisteis, antes
que paz os diesen y quietud los años…
¡Venid con nuestros sueños devorantes!
¡Venid con vuestros tristes desengaños!

No aquí las horas, rápidas o lentas,
cuenta el placer ni mide la esperanza:
¡quiébranse aquí las olas turbulentas
que el huracán de las pasiones lanza!

Aquí, si os turban sombras de la duda,
la severa verdad inmóvil vela:
aquí reina la paz eterna y muda,
si paz el alma fatigada anhela.

Los que aquí duermen en profundo sueño,
insomnes cual nosotros se agitaron…
ya de la muerte en el letal beleño
sus abrasadas sienes refrescaron.

Amemos, pues, nuestra mansión futura,
única que tenemos duradera…
¡Qué ilusión de la vida es la ventura,
mas la paz de la muerte es verdadera!.

Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873)