domingo, 31 de julio de 2011

domingo, 24 de julio de 2011

Enfado


Santiago Rusiñol (1861-1931)


Silencio entre los dos, sólo alterado
por este respirar entrecortado
que en su tensión nerviosa nos delata,
somos un bergantín y una fragata
que al grito de abordaje han encallado.

Un “hazte más allá”, y un gesto airado,
hoy alza entre los dos muro de enfado
y nos cuesta decir “cuanto lo siento”
sin perder la razón en el intento
de aclarar simplemente que ha pasado.

No sabemos ceder, no soportamos
dar el brazo a torcer, decir que erramos,
que volverá a pasar, que es convivencia,
que más que el perdonar duele la ausencia,
que el muro con amor, lo derribamos.

Estoy en mi rincón y tú en el tuyo,
muy pendientes los dos, porque lo intuyo,
de no perder jamás la compostura,
ni dejarnos llevar por la cordura
de que venza el amor y no el orgullo.


domingo, 17 de julio de 2011

Volverán las oscuras golondrinas


Aurelio Tolosa y Alsina (1861-1938)


Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquellas que el vuelo refrenaban,
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas… ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquellas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día…
esas…¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…, desengáñate:
¡así no te querrán!


Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)

domingo, 10 de julio de 2011

Hablemos


Ramón Casas (1866-1932)


Si quieres nos sentamos un momento
delante de un café sin amarguras
y hablamos evitando las posturas
que fueron del amor impedimento.

Conversemos así, sin más intento
que no abrir al rencor nuevas fisuras,
ni repartirnos culpas de rupturas
que hicieron naufragar el casamiento.

Tú tienes tu vivir y yo he podido
arrancarme la daga de tristeza
que clavara en mi suerte tan mal paso.

Hablemos sin reproches de lo ido,
pues bulle en mi interior la cruel certeza
de conocer la causa del fracaso.

Hicimos de hablar un bien escaso.


domingo, 3 de julio de 2011

Rostros del recuerdo


William Hogarth (1697-1764)


Voy perdiendo los nombres y las fechas,
pero los rostros permanecen vivos;
los contemplo, me observan, aún cautivos
de memorias que van quedando estrechas.

Maduraron en fértiles cosechas,
colmando mis graneros, y hoy, furtivos,
desde su sombra atisban mis cultivos,
poblando mis parcelas de sospechas.

Forman un club privado, y el recelo
corre a su propio afecto paralelo,
reclamando cada uno preferencia.

Pero todos me escuchan y me acatan.
Si llega un nuevo miembro, se aclimatan,
Viven en paz, y aprenden coexistencia.