domingo, 26 de septiembre de 2010

Llamada


Alberto Morago (1957- )


Sentí la aldaba batir
contra la puerta.
Di licencia al amor
para que entrara
esperando inundara
mi estancia de los frutos
maduros del verano.
Fui a abrirle presurosa
la cancela,
¡No era él! era el aire
quien llamaba.
Y no me fue aquel viento
muy propicio.
¡Sólo trajo del campo,
la hojarasca!

sábado, 18 de septiembre de 2010

Oleajes


Paul Dougherty (1877-1947)


Como oleajes huraños,
deshechos sobre la roca,
pasan en carrera loca
sobre mi vida los años.
Como los viejos castaños,
firmes de tronco y ramajes;
como entre espumas salvajes
la roca heroica y erguida,
como esa roca es mi vida.
No importan los oleajes.


Alfonso Camín (1890-1982)

domingo, 12 de septiembre de 2010

Bosque


William Bliss Baker (1859-1886)


Sólo el rumor de ramas agitadas
ligeramente por el aire suave,
del aleteo súbito de un ave,
de la lluvia en las hojas agostadas.

Lo demás es silencio. Aletargadas
en los troncos las tablas de la nave,
las traviesas del tren, la viga clave,
la toza reventando en llamaradas.

A golpes de hacha, con vaivén de sierra,
saldrá del sueño, yacerá en la tierra,
y adoptará mil vidas sin latidos.

Se habrá perdido una belleza verde
que sólo la raíz tal vez recuerde
en eclosión de tallos renacidos.


domingo, 5 de septiembre de 2010

Río Duero, río Duero...




Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.


Gerardo Diego (1896-1987)