Jules Bastien Lepage (1848-1884)
El segador, con pausas de música,
segaba la tarde.
Su hoz era tan fina,
que siega las dulces espigas y siega la tarde.
Segador que en dorados niveles camina
con su ruido afilado,
derrotando las duras alturas de oro
echa abajo también el ocaso.
Segaba las claras espigas.
Su pausa era música.
Su sombra alargaba la tarde.
En los ojos traía un lucero
que a veces brincaba por todo el paisaje.
La hoz afilada tan fina
segaba lo mismo
la espiga que el último sol de la tarde.
Carlos Pellicer (1899-1977)
13 comentarios:
Como siempre, muy acertada la poesía, a la par que preciosa. La pintura me hace recordar las obras de otro pintor francés más o menos de esa época, Millet, que tiene muchas obras referidas a la siega. Hay una que me encanta que es "El Angelus". Besitos.
Yo como soy viejo...
Tumba de Menena. Segadores y espigadores
Fecha:1420 a.C.
Imagen aquí.
Saludos
Ligia – Comparto contigo la admiración por Millet, pero me pareció que este pintor era un poco menos conocido y que merecía la pena mostrarlo aquí.
Unjubilado - :-) Muchas gracias “vejestorio”, tomo nota de la pintura por si me fuera necesaria en otra ocasión.
Leía la poesía al tiempo que miraba la imagen, pero también al mismo tiempo venían a mi mente las imágenes de cuando jovencita, me encantaba mirar los campos dorados, meciéndose con la brisa y brillando con el sol al atardecer. Que bonito!!!
Silva en mis oidos el recuerdo de la canción de la guadaña en los campos.
Besos.
La imagen y la poesía unidas ambas de un modo exquisito,al verla recuerdo los campos cercanos a mi cuñada en córdoba,y solo momentos gratos me trae,el olor a campo,el dorado horizonte cuanta belleza y cuanta paz ,gracias!
Es una bella poesia... me ha gustado mucho, creo que he sacado algo de aprendizaje aqui. Un abrazo.
Xesca – Me alegra que te haya gustado y que te trajera bellos recuerdos.
Meigo, aprendiz de druida – Yo también recuerdo la época de siega, no se por que razón hay cosas que nunca se olvidan.
Isol – Dices algo que es gran verdad, el olor que desprende tanto la hierba segada como el trigo, son sensaciones que quedan grabadas y nunca se olvidan.
Marieazul – Hay poesías muy bellas, pero algunas aunque lo sean me resulta difícil ponerlas aquí porque no es fácil encontrar el cuadro apropiado.
Vuelve ardiendo el verano
en estas brasas de infancias,
arden las estrellas en su cielo de carbón,
arden los montes,
la sed del fuego.
Arden nuestros cuerpos acostados
en las arenas de las playas,
arde el centro de nuestro mundo,
ardiendo nuestros ojos,
buscando consumirse en el oleaje.
feliz verano Algaire
Cuchhhi – Gracias, feliz para ti también. Muy bonito lo que escribiste.
Paso por aquí, y como siempre, me voy colmada de la belleza de las pinturas y la serenidad de los versos.
Un placer.
Besos
Hermosla la pintura y excelente el
poema es un remanso ..es una tranquilidad leerlo...lo hare a menudo ...lo hare,,hace bien al alma...gracias...
un besito grande....
Pellicer, uno de los más importantes poetas del Grupo Contemporáneos, de la primera mitad del Siglo XX mexicano.
Gracias...
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