viernes, 31 de octubre de 2008

El campo de batalla

Elizabeth Thompson (1846-1933)
Fragmento

Hoy voy a describir el campo
de batalla
tal como yo lo vi, una vez decidida
la suerte de los hombres que lucharon
muchos hasta morir,
otros
hasta seguir viviendo todavía.

No hubo elección:
murió quién pudo,
quien no pudo morir continuó andando,
los árboles nevaban lentos frutos,
era verano, invierno, todo un año
o más quizá: era la vida
entera
aquel enorme día de combate.

Por el Oeste el viento traía sangre,
por el Este la tierra era ceniza,
el Norte entero estaba
bloqueado
por alambradas secas y por gritos,
y únicamente el Sur,
tan sólo
el Sur,
se ofrecía ancho y libre a nuestros ojos.

Pero el Sur no existía:
ni agua, ni luz, ni sombra, ni ceniza
llenaban su oquedad, su hondo vacío:
el Sur era un enorme precipicio,
un abismo sin fin de donde,
lentos,
los poderosos buitres ascendían.

Nadie escuchó la voz del capitán
porque tampoco el capitán hablaba.
Nadie enterró a los muertos.
Nadie dijo:
“dale a mi novia esto si la encuentras
un día”.

Tan sólo alguien remató a un caballo
que, con el vientre abierto,
agonizante,
llenaba con su espanto el aire en sombra:
el aire que la noche amenazaba.

Quietos, pegados a la dura
tierra,
cogidos entre el pánico y la nada,
los hombres esperaban el momento
último,
sin oponerse ya,
sin rebeldía.

Algunos se murieron,
como dije,
y los demás, tendidos, derribados,
pegados a la tierra en paz al fin,
esperan
ya no sé qué
-quizá que alguien les diga:
“amigos, podéis iros, el combate...”

Entre tanto,
es verano otra vez,
y crece el trigo
en el que fue ancho campo de batalla.


Ángel González (1825-2008)


13 comentarios:

Ligia dijo...

¡Qué duro! Debe ser muy triste vivir una situación así, y el poeta lo describe tal cual. La imagen no es tan cruda, a mi parecer. Abrazos

Algaire dijo...

Ligia - La guerra es siempre algo tremendo, uno de los peores dramas de la vida y si me gustó este poema es por lo bien que describe la situación sin usar el tremendismo lo que lo hace todavía más impactante.
En cuanto al cuadro la escena no es tan cruda como se podría esperar de una batalla, pero la elegí porque nos muestra a la perfección el cansancio, la desgana, el abatimiento de unos soldados que cansados de tanto sufrir quizás se preguntan que se les había perdido a ellos en esa guerra y creo que como pie del cuadro sería perfecta esta parte del poema: "la suerte de los hombres que lucharon
muchos hasta morir,
otros
hasta seguir viviendo todavía."

Anónimo dijo...

El poema, es cierto, evita la imagen cruenta,pero no podría reflejarse con mayor hondura ese sentimiento de que ante una guerra perdemos todos,porque los que sobreviven mantienen durante el resto de su vida una lucha todavía mayor...cicatrices y secuelas que no se superan nunca.

Me parece muy interesante la biografía de la pintora de batallas. A lo mejor un día te animas y le dedicas una entrada en tu Rincón de Leodegundia.

Un abrazo

Anónimo dijo...

La guerra, mi campo de batalla:
Anciano encamado,
con llagas en los pies,
pañales, sonda...
sin ganas de vivir,
gritos en la noche.
¿Donde estoy?

Abuelo, está en Zaragoza,
en casa de su hija,
tendrá cuidados constantes.

¡Anda coño!
Yo creía que estaba en mi pueblo,
quiero mi garrota,
para acercarme al huerto,
¿pero que pasa?
no me puedo levantar,
quería ir a la huerta,
a preparar el terreno,
para poder plantar.

Algaire, como muy bien sabes en ocasiones tenemos la guerra en casa, no por incruenta menos agobiante, descorazonadora y entre tanto este verano crecerá el trigo en los corazones.
Un abrazo

clariana dijo...

Me ha gustado mucho la poesía y el cuadro. Es verdad, las palabras reflejan muy bien todo el horror de la guerra, que tristemente no ha parado en ningún tiempo, en uno u otro lugar. Un beso.

Algaire dijo...

Marian – Pues posiblemente lo haga pues creo que es interesante conocer a esta pintora no sólo por ser mujer si no por la temática de su obra.

Unjubilado – Si, tú estás pasando por una guerra particular que si bien no te va a matar, si te va a llevar al agotamiento tanto físico como moral, aunque la peor parte la está llevando tu suegro y yo os comprendo a ambos porque ya pasé por algo similar.
:-) De todas formas veo que no pierdes tu estilo de hacer comentarios, sigue siendo peculiar.

Clariana – Como ya comenté, lo bueno de este poema es que el autor supo describir lo peor de la guerra sin usar el tremendismo que utilizan otros, logrando así que se palpe mejor todo el sufrimiento.

Anónimo dijo...

Otra perfecta composición...

Me encanta Ángel González

Vuelta a los viejos tiempos :

"Poeta y profesor de literatura, perteneciente al grupo conocido como -Generación de los 50- o del medio siglo. Dueño de una poesía humanamente comprometida, teñida de fina ironía y humor. Nació en Oviedo y su infancia estuvo marcada por la sombra de la guerra civil y por la muerte prematura de su padre cuando él apenas contaba dos años. Precisamente será en la biblioteca que su padre dejara -como un tesoro familiar- donde hace sus primeras lecturas, aunque es en un pueblo de la montaña leonesa, donde, convaleciente de una profunda afección pulmonar, siente la llamada de la poesía y escribe sus primeros versos. La experiencia de la guerra aparecerá en su primer libro, Aspero mundo (1956) y con el que obtendría un accésit del Premio Adonais. En él se ordenan una serie de vivencias originadas por el trauma de la guerra civil española reflejadas en la contraposición de dos mundos irreconciliables: el de la infancia, sensación casi nube y la cruel realidad, de duros y agrios perfiles. A partir de entonces, su posición ante el mundo se torna más clara y militante. Al escribir en 1961 Sin esperanza, con convencimiento, incluye ya un análisis social de las causas de la derrota y pasa a ser clasificado claramente en el grupo de los poetas sociales. Angel González abandona más adelante esta actitud para dedicarse a una poesía en la que testimonia su propia experiencia de la realidad y donde hay una preocupación por la palabra en sí misma, por la expresión justa, precisa, casi imprescindible. El paso del tiempo, la temática amorosa y cívica, son tres obsesiones que se repiten a lo largo y ancho de sus poemas. "

Copiado de :
http://www.epdlp.com/

Sigo anónima ;-)

Xana

KAMELUCHA,.,.,.,.,., dijo...

Que horror de guerras,,,que poema tan real y no se cansan,,siguen guerreando una y otra vez, conflictos que no cesan,,es para alguna gente un sin vivir continuo una guerra diaria, doloroso el poema y el cuadro ,pero tan ..tan reall,,que asi es y asi reran las guerras, pero ahorita sin caballos,,solo hierro y hombres..
besitoss

Ogigia dijo...

qué poema impresionante, la verdad. saludossssssssss

Meigo, aprendiz de Druida dijo...

Hermoso. Describe la otra parte de la guerra, mas dura y dramática que la propia barbaridad de la guerra. La guerra es la negación del hombre.
Es dramatico cuando dice:
"murió quien pudo..."
Es dramatico.
Muchos besos Algaire, llenos rosas

Anónimo dijo...

No conocía este poema de Ángel González.

Un poema que narra la crudeza de una guerra, de todas las guerras.

Un abrazo

Algaire dijo...

Xana . :-) Tú nunca serás anónima.
Veo que vuelves a hacer los deberes de clase, así me gusta porque es la forma de que todos aprendamos más cada vez.

Kamelucha-mela – Las guerras no cesan y me temo que no cesarán nunca porque hay demasiadas personas que no quieren dialogar y prefieren ir a las bravas y eso sin contar con los muchos intereses que existen y la mucha gente que se beneficia de las guerras.

Ogigia – A mi también me lo pareció.

Meigo, aprendiz de druida – Dura esa frase, pero no menos dura esta: “quien no pudo morir continuó andando”

Trini – A pesar del tema nada agradable, el poema me gustó muchísimo.

fgiucich dijo...

La guerra cruel y dolorosa dibujada con perfección poética y pictórica. Abrazos.