sábado, 4 de octubre de 2008

A un hombre de gran nariz

Sandro Botticelli (1445-1510)

Érase un hombre a una nariz pegado;
érase una nariz superlativa;
érase una nariz sayón y escriba;
érase un pez espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado;
érase una alquitara pensativa;
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más naridado.

Érase el espolón de una galera;
érase una pirámide de Egito;
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.


Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)


13 comentarios:

Ligia dijo...

Esta pintura de Boticelli es una de las que menos me gustan. Veo a este hombre (Médicis) medio raro en el cuello o la espalda, no sé, aparte de la nariz, aunque no es tan exagerada como la que Quevedo se refiere en su poema. Abrazos

Anónimo dijo...

Ay, Quevedo...era tan certero con la espada como con la pluma.Es un acierto recordar a los clásicos, y este poema en concreto ilustra muy bien el empleo de la exageración y la ironía que identifican al autor.

Y de la descripción mordaz, casi esperpéntica del poema... el cuadro de Boticelli me ha causado una impresión extraña... parece como si el personaje estuviera de espaldas y le hubieran girado la cabeza.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Lo siento Algaire, pero me han plagiado con distintas palabras.

"Érase un hombre a un móvil pegado
érase un móvil muy largo y bien grandón,
érase ya de tercera generación,
érase un cacharro bien agarrado"
...

Y como ya comentaste en el post, no te dejo el enlace, pero el Jubi es mas viejo que ese Francisco de Quevedo.

Me pidió permiso para copiarme y yo se lo concedí gustoso.

Anónimo dijo...

Me ha encantado encontrar hoy el poema de la nariz, es de los que yo me sabía de memoria y recitaba a mis hermanos/a, todos/a muy dotados/a de napia, excepto yo, soy la excepción ;-), se sienteeee, jajaja, que maluca era de piquiñina.

Perfecta combinación, una vez más.

Buen lunes.

KAMELUCHA,.,.,.,.,., dijo...

Que bueno recordar ,,,
ese poema,,no era mi preferidoo
deber ser,,que naci con una nariz
superlativa,,la cual me traia mas de un problema de pequeñina,,siii
besitoss,,,

Algaire dijo...

Ligia – La causa de que parezca que la cabeza está girada hacia la espalda es la ropa, si en lugar de que el escote estuviera pegado a la garganta, lo llevara más hacia abajo el efecto sería otro muy distinto, cada vez que lo miro se me apetece tirarle un poco de la ropa para colocarle el cuello en su sitio.
En cuanto a la nariz la tiene grande, aunque como tú bien dices, no tanto como la que describe Quevedo, :-) pero no encontré a otro personaje al que algún pintor se hubiera atrevido a pintar con una nariz superlativa aunque la tuviera y me hacía ilusión publicar este soneto que es un clásico de nuestra lengua.

Marian – Jaja, así es y sus buenos sustos, destierro y cárcel le reportó.
En cuanto al cuadro, te digo lo mismo que a Ligia, creo que es la ropa lo que le hace parecer al revés, a parte de que el buen señor no es precisamente muy agraciado.

Unjubilado - :-) Bueno, si te pidió permiso lo daremos por bueno, pero es que su copia es un poco descarada. Si encuentro un cuadro con un hombre hablando por el móvil, publicaré tu soneto porque soy partidaria de dar a conocer los clásicos y como tú eres una o dos generaciones anteriores a Quevedo, creo que tus obras tienen prioridad.

Xana – Por eso me apeteció publicarlo, era de los que primero se aprendían en el cole. Al personaje del cuadro le hubiera venido mejor un poquitín más de napia, pero en fin, me tendré que conformar con la que tiene.

Kemelucha-mela – Jaja, hay que reconocer que no destila precisamente mucha compasión hacia los de nariz grande, pero ya sabemos todos como se las gastaba el señor Quevedo.

Ogigia dijo...

Siempre me llamó la atención el soneto..cuánta precisión

Anónimo dijo...

Me encanta este soneto de Quevedo, creo que fue, justo a leerlo por primera vez, cuando comencé a amar los sonetos y, por esto mismo, por lo que me gusta, no me atrevo a hacerlos:):)

En el cuadro coincido con Ligia.

Besos

JR dijo...

para olerrrrte mejorrrr...
un beso.

Algaire dijo...

Ogigia – Es un clásico que posiblemente ahora casi nadie conozca.

Trini – Pues no se por qué no lo haces, seguro que los bordarías.
El cuadro no es bonito pero no encontré otro mejor.

Juanr cuchhi - :-) Eso le decía el lobo a Caperucita ¿no?.

fgiucich dijo...

Hace tanto tiempo que no leía este poema!!! Estupenda pintura. Abrazos.

Anónimo dijo...

Esta es una de las pocas poesias que me aprendi de niño sin esfuerzo pues se me hacía simpática.
Biquiños galegos.

Anónimo dijo...

A mí siempre me ha gustado esta poesía, también... y en cuanto a la pintura, aunque no sea de las más conocidas de Botticelli ni, me parece, la más lograda, es desde luego representativa de esa enoooorme nariz, jejeje.

He pasado hoy por casualidad por aquí, y me ha encantado la combinación de poesía y pintura del blog; es una idea que me parece muy interesante. De hecho, algo parecido he hecho yo en mi blog, sólo que con prosa y no sólo con pintura, así que te invito a que te pases por allí ;)

Un abrazo