domingo, 16 de noviembre de 2008

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?

William Holman Hunt (1827-1910)

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno escuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
“Alma, asómate agora a la ventana;
verás con cuánto amor llamar porfía”!

¡Y cuántas, hermosura soberana,
“Mañana le abriremos”, respondía,
para lo mismo responder mañana!.


Lope de Vega (1562-1635)


12 comentarios:

Anónimo dijo...

A nuestra puerta, esperando le dejemos entrar y así, con su calor, nos derrita un poco la escarcha del corazón.

Un abrazo

Ligia dijo...

Tienes encanto para elegir los poemas y las imágenes, tan acordes, tan llenas de sentimientos...
Abrazos

Anónimo dijo...

Es una buena pregunta...Con todos nuestros errores, con todas nuestras inseguridades es muy consolador acordarse que alguien está ahí,esperando.

Es la primera vez que veo el cuadro,aunque ya has puesto más del mismo autor. Me recuerda a las tallas de imaginería semanasantera, pero de un patetismo muy dulcificado.

Un abrazo

Ogigia dijo...

es impresionante el soneto...

clariana dijo...

El cuadro de William Holmant Hunt es de gran belleza, llamando a nuestra puerta como dice el soneto y qué poco caso le hacemos, tantas veces... Gracias por esta aportación.

@Intimä dijo...

Me encanta Lope de Vega.
Besitos :-)

Anónimo dijo...

A Cristo crucificado.

Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño;
Tú, que hiciste cayado de ese leño
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño
y la palabra de seguirte empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados;
¿pero cómo te digo que me esperes,
si estás, para esperar, los pies clavados?

Del mismo autor
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De un familiar de Jubi.

Los pies tengo clavados,
ignoro si son botas o vendas,
pero creo que los tengo ulcerados,
no podrías ayudarme un poquito Señor?

Saludos

Anónimo dijo...

Otra preciosidad de las tuyas, me ha encantado el soneto, es otro de los que recitaba de pequeña, releyéndolo me doy cuenta que mi afición poética ya viene de muy atrás.

Abrazo nostálgico.

Pilar Álamo dijo...

Genial, como siempre. Es un deleite leer y mirar en tu blog. Creo que aciertas siempre.
Un abrazo sincero de Pilar

Anónimo dijo...

El cuadro y el poema son preciosos y conmovedores.
Con ellos todos los que entramos a este blog puede que abramos esa puerta un poquito, y dejemos entrar a ese amigo fiel.

Me alegro mucho de haber leído este post. Sienta bien eso de sentirse querida por Jesús :)

¡Un fuerte abrazo!

Algaire dijo...

Siento no poder contestaros de forma individualizada, pero si quiero agradeceros la visita y los comentarios que dejasteis en mi blog.
Buen fin de semana a todos.

RosaMaría dijo...

Qué belleza de pintura y de poesía! Gracias por ponerlas. Espero que no te enfades pues copié la imagen para ver más pinturas de este pintor que no conocía. Feliz año!