sábado, 31 de enero de 2009

Desamparo

Huges Merle (1823-1881)

Sola, tan sola estaba, tan yacente
en su propio vacío y orfandades
como si un látigo de hostilidades
restallara en su espalda, o el tridente

de futuro, pretérito y presente
de un dios airado alzara tempestades
y clavara en el alma realidades
que ni vivió ni soñará su mente.

Fue un día gris, y aunque ya estaba sola,
no previó el rizo enorme de la ola
del desamparo, abrazo de granito.

Tendió la mano recabando ayuda,
mas nadie la apresó; glacial o muda
fue la respuesta a su angustiado grito.


Francisco Álvarez Hidalgo


9 comentarios:

Ligia dijo...

La pintura es la imagen viva del desamparo... Y el poema, muy adecuado y complementado, aunque no sé si tú lo habrás buscado al revés.Besos

Pilar Álamo dijo...

Es interesante como en el siglo XIX el tema de la mendicidad puede ser tratado de diversas maneras. Este pintor lo hace de una forma realista y verdaderamente es ideal para tu trabajo,( enhorabuena por tu elección), y sin embargo otro gran pintor, Goya, fluctúa entre la suave crítica, la conmiseración y la estampa costumbrista.
Un abrazo

fonsado dijo...

Es el preciso momento de la desolación, el desamparo y la necesidad de una mujer que, aunque no parece habitual, está obligada a solicitar ayuda. Estupendo cuadro y un bello soneto sobre el angustiado tema.
Un abrazo.

Carmine dijo...

Estupenda unión de cuadro y poema de la expresión del desamparo. Carmen.

clariana dijo...

Es belleza, es denuncia, es realidad, desgraciadamente en todas las épocas siempre ha existido este terrible problema que nos expones con la poesía y el cuadro. El pintor lo trata de una manera tan delicada, que consigue llegar al sentimiento, clamando a la justícia que nunca consigue erradicar la desigualdad. Besos.

Cani dijo...

Que gesto de desolacion ante la indiferencia, con esa mano sobre el pecho parece querer darse valor ante la humillacion de la estendida. Precioso el soneto.
Besos

Anónimo dijo...

Perfecta unión de pintura y poesía.
Me ha recordado a una mendiga que al llegar yo al trabajo se acercaba a mí pidiéndome unos cigarrilos, y como se los daba, siempre esperaba mi llegada. Dormia junto a otros debajo de los soportales de la plaza de toros, hoy en día el ayuntamiento no les deja estar allí.
Saludos

Balovega dijo...

Que maravilla de poesía y pintura, me ha dejado tan impresionada que aunque no lo creas entro todos los días a leerlo y admirar este bello desamparo, que a la vez da que pensar y meditar.

Un beso y bellos sueños

A.Dulac dijo...

Poquito a poco iré empapándome de tu buen hacer recordando en unos casos y aprendiendo en otros,siempre con agrado . Preciosa y precisa poesía para describir la indiferencia del ser humano hacia si mismo,y,la imagen es perfecta ¡qué gran artesano eres!,un abrazo fuerte de A.Dulac