domingo, 4 de septiembre de 2011

Velero de cuatro palos


Thomas Somerscales (1842-1927)


Velero de cuatro palos
quisiera tener ahora,
velero de cuatro palos
y ser el pirata Morgan.

De San Juan de Puerto Rico
trasladarme a La Española,
seguir por el mar Caribe
y asaltar La Habana moza.
Ser galán entre galanes
y bajo una luna en bodas,
llevarme, en vez de oro y plata,
mujeres, palmas y rosas.
Por Yucatán y Campeche
recorrer todas las costas
y raptarme en Acapulco
dieciocho rubias sajonas.
Recoger todas las perlas
por el mar de California
para ceñir las gargantas
de mis cautivas criollas.
Mar adentro, mar adentro,
llegar al mar de Colombia
y al recoger mis tesoros,
vengar a Juan de la Cosa.
Retornar a Tierra Firme,
seguido de viento y olas
y dar vida a la princesa
que amó Núñez de Balboa.
Volver después a La Habana,
devolverle a las hermosas
y no pedir más recate,
pues que amor se basta y sobra.

Velero de cuatro palos
quisiera tener ahora,
¡velero de cuatro palos
y ser el pirata Morgan!


Alfonso Camín (1890-1982)

7 comentarios:

Senior Citizen dijo...

Pues por lo que se, el pirata Morgan no era muy romántico, por cierto, y más bien se dedicó a hacerles la pascua a los españoles y a llenarse el bolsillo a costa de ellos.

Algaire dijo...

Senior Citizen - :-) Por supuesto que tienes razón, pero eso es para que veas como un poeta puede transformar los acontecimientos envolviéndolos en puro romanticismo.

Trini Reina dijo...

Leyendo, me ha venido la tonada de canciones de otro tiempo.

Y, versando o cantando, el poeta nos ha paseado por los siete mares.

Besos

Algaire dijo...

TriniReina - Si, nos ha paseado y de una forma muy romántica.

clariana dijo...

Muy bella poesía así como el cuadro que la acompaña.
Espero que te hayan ido bien las vacaciones.
Buen fin de semana.

Algaire dijo...

Clariana - Me alegra que te haya gustado creo que era muy apropiada para el regreso de las vacaciones.

A.Dulac dijo...

Benditos poetas que ven lo que la vida no nos cuenta,ja,ja,ja, por eso que no falten nunca.
Un abrazo y bienvenido,A.Dulac