domingo, 6 de noviembre de 2011

A un clavel


Alberto Morago (1957- )


Ciudad de hormigón armado,
bencina y llantas de goma,
¿qué haces aquí con tu aroma,
dime, clavel encarnado?
Quizás como yo, extraviado
desde el terrón a la Corte,
pienses, perdido tu norte,
que en la ciudad del mal gusto
no hay un ojal ni hay un busto
digno de lucir tu porte.

Alfonso Camín (1890-1982)

9 comentarios:

Senior Citizen dijo...

No puede ser más indicado este poema para el cuadro. O al revés, el cuadro para el poema.

Ligia dijo...

¡Qué buena combinación! Está perfecto el clavel donde está. Abrazos

Trini Reina dijo...

La pintura me ha encantado y el poema tiene su "aquél".
Qué bonitos son los claveles, sin duda, más hermosos que infinitos bustos:)

Besos

Algaire dijo...

Senior Citizen - :-) Tienes razón, creo que hacen buena pareja.

Ligia – :-) Puede que luzca mejor en el vaso que en algunos ojales o bustos.

TriniReina – Alberto Morago tienen unos cuadros preciosos y en cuanto al poema creo que es un pequeño juego al comparar al clavel con su propio caso.

unjubilado dijo...

A un clavel de rica miel
dos mil Moscas acudieron,
que por golosas murieron,
presas de patas en él.
- ¡Jubi!...

¡Huy, en que estaría yo pensando!
En 1981 fue nombrado «Hijo Predilecto y Poeta de Asturias», está enterrado en el cementerio de San Félix, en Porceyo.

Me gusta el Clavel rojo, óleo sobre tabla y dimensiones 30x30

Algaire dijo...

Unjubilado - :-) Gracias por la información sobre poeta y cuadro así que se te perdonará el pequeño lapsus en el poema.

clariana dijo...

Una bellísima flor que ha quedado aislada en un rincón de ciudad y cemento, sola, marchitándose poco a poco su belleza y con el único alivio de dar a alguien una alegría con su presencia.
Nuestras grandes ciudades que desoladoras son...
Un abrazo.

fgiucich dijo...

Un poema que nos acerca a nuestra realidad cotidiana en una conjunción exacta con con la pintura. Abrazos.

Algaire dijo...

Clariana – Así les pasas a muchas personas que viven en las grandes ciudades, muchas veces se encuentran solas.

Fgiucich – Si, la soledad es algo cotidiano por desgracia.